En
cada época, las tecnologías de comunicación e intercambio de información
disponibles han jugado un papel determinante en las formas de conocer,
investigar, enseñar, y aprender. Actualmente el portentoso desarrollo de estas
tecnologías no sólo está transformando los modelos y estrategias educativas,
sino que está cambiando la manera como trabajamos, nos divertimos, e
interactuamos socialmente.
En
un entorno virtual el docente se
convierte en un interlocutor calificado
de sus alumnos; en un compañero que sugiere búsquedas y exploraciones de
diversos dominios del conocimiento, en un ejemplo de relación más vital y
heurística con sus objetos de saber. Los buenos profesores no serán
necesariamente aquellos que más posean información sobre teorías y hechos de
una disciplina, sino los que de manera creativa, innovadora y permanente incorporen
día a día nuevas e-actividades, dinamizando así el
proceso de aprendizaje y dándole un verdadero significado.
La
posibilidad que nos ofrecen las tecnologías de la información y comunicación hoy
día, de crear condiciones y entornos para que aprendamos sin que nos enseñen y
sin las barreras espacio-temporales que circundan la educación formal, obligan
a cambiar el rol tradicional del docente, pues como Heidegger anotaba: «enseñar
es más difícil que aprender, porque enseñar significa dejar aprender».
Por
lo tanto, en los entornos virtuales de
aprendizaje el alumno puede interactuar
con los contenidos, explorar, experimentar o construir nuevos conocimientos. La
interacción social puede lograrse a través de chats, correo electrónico, foros
de discusión, videoconferencias, etc. Los alumnos contestan preguntas,
resuelven problemas, y realizan actividades en forma grupal. La Red es un
entorno en el cual el trabajo en grupo puede alcanzar mayor relevancia.
Toda persona que quiera aprender
utilizando esta modalidad debe interactuar con otras personas por medio de las ideas
y conceptos (teoría), construir conocimiento (práctica) y compartirlo sin
egoísmo (diálogo). El estudiante se acerca a su propia realidad, utilizando recursos
físicos y sociales, actividades y
participación, de una manera sincrónica o asincrónica, poniéndose en contacto con los nuevos medios
interactivos de aprendizaje, la
multimedia, las redes, la computadora y el internet. Su aprendizaje
colaborativo basado en problemas (ABP) aprendizaje orientado a proyectos (AOP)
y aprendizaje por objetivos (APO) no
riñen con ninguna corriente educativa.
Promover en el alumno el
auto-aprendizaje, al cargar y descargar
materiales en línea, solucionar los problemas que surjan en el foro de discusión, motivar el debate en línea,
compartir el conocimiento, estimular el trabajo en equipo; son algunos de los frutos de las e-actividades.
El escenario virtual que ilustra el tema en referencia, se ubica en el siguiente enlace:
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